El olor de una flor nos hace dueños,
por un instante del destino;
el sol del cielo azul que, por la tarde,
la puerta que se entreabre deja entrar;
el presentir una alegría justa;
un pájaro que viene a la ventana;
un momento de algo inesperado...
No hay en la soledad y en el silencio
más que nosotros tres:
-visita,hombre,misterio-
El tiempo y los recuerdos
no son nudos de atajos
sino de aire y luz.Andamos sonriendo
sobre el tranquilo mar.La casa es dulce,
bellas sus vistas...
Y un instante,
reinamos ¡pobres! sobre nuestra vida.
JUAN RAMÓN JIMENEZ,QUERIDO!